Juan Manuel Olivares
Lunes, 14 de marzo de 2011 a las
10:30 am
Por: Néstor Flores Araujo
nafagot@gmail.com
@nafagot
Juan
Manuel Hermenegildo de la Luz Olivares (12 de abril de 1760, Caracas, Venezuela
el Primero de marzo de 1797, Muere en (El Valle Distrito Federal Caracas,
Venezuela), de niño fue estudiante de Don Ambrosio Carreño. En 1784 comienza a
dar clases de música en Caracas a la vez que compone, y ese mismo año el Padre
Sojo le encomienda la dirección de la Academia del Oratorio de San Felipe de
Neri y el cargo de organista del templo de esa academia, la actual Basílica de
Santa Teresa. Es la famosa "Escuela de Chacao", ejecutante,
compositor y profesor de música del período colonial de Venezolano.
Fueron
sus padres el maestro Juan Félix Olivares y su esposa Paula Isabel Farfán,
«mulatos libres». Su hermano mayor Juan Bautista Olivares también fue músico.
El 11 de mayo de 1789 Juan Manuel Olivares contrajo nupcias con Sebastiana
Velásquez, en Caracas, en la iglesia de San Pablo Ermitaño (que se encontraba
donde ahora existe el Teatro Municipal).
El
Padre Sojo fue quien les casó, la hija del difunto esclavo José Antonio
Velásquez, Sebastiana Velásquez y hermana del músico José Francisco Velásquez.
Juan Manuel Olivares tocaba varios instrumentos (violín, clave y órgano) y
durante algún tiempo ejerció funciones de organista del oratorio de los
neristas en la iglesia de San Pablo Ermitaño
Olivares
se destacó como compositor. Entre las obras suyas que han llegado hasta
nosotros, figuran un Stábat Máter a 4 voces, una Lamentación primera del
Viernes Santo para solo de tenor y se supone suya una Salve Regina a 3 voces,
todas esas piezas con acompañamientos de orquesta; se le atribuyen además, un
Magníficat con fuga final (que ha sido atribuido también a José Ángel Lamas), y
un Salmo primero para las Vísperas de Nuestra Señora de la Merced, así como
varios motetes a dúo para las monjas concepciones y un dúo para violines,
primer precedente de música de cámara. Motivado por el padre Sojo, se dedicó a
la enseñanza musical, formando a numerosos discípulos entre los cuales figuró
José Ángel Lamas y, tal vez las lecciones se daban, según la tradición, en la
hacienda que en Chacao poseía el padre Sojo, por lo cual se ha hablado de la
Escuela de Música de Chacao. En tiempos del obispo Mariano Martí, en las
décadas de 1770 y 1780, este prelado escribía que los neristas y otras personas
se reunían en sus posesiones de Chacao para tocar música y distraerse. Juan
Manuel Olivares era también fabricante de instrumentos musicales, pues entre
los bienes que dejó al morir figuraba un piano sin concluir. Con su trabajo
logró adquirir casa propia en el barrio de San Pablo, y el padre Sojo le
proporcionó una posesión cerca del río Guaire. En otra ocasión recibió del
mismo sacerdote, a cuenta de su trabajo como músico, una esclava negra de
nación (es decir, nativa de África) avaluada en 200 pesos. Habiendo enfermado,
Juan Manuel se retiró a El Valle, poblado de las cercanías de Caracas
(actualmente ya incluido en el casco urbano) donde falleció.
Obras
· Entre sus obras se destacan:
· Lamentación de Viernes Santo para solo
de tenor,
· Una Salve Regina a tres voces y orquesta,
· Un Dúo de Violines, Stábat Mater,
· Una colaboración que lleva el título
de Salmo Primero para las Vísperas de Nuestra Señora de la Merced.
· El
Magníficat con Fuga al final.
· El Dúo de Violines es la única obra de
la música de cámara colonial venezolana que se conserva entera.
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